Es la hinchazón (inflamación) de los pulmones a raíz de un incremento en los eosinófilos, un tipo de glóbulo blanco.
Infiltrados pulmonares con eosinofilia; Síndrome de Loeffler
La mayoría de los casos de eosinofilia pulmonar simple se deben a una reacción alérgica por:
Los síntomas pueden variar desde absolutamente ninguno hasta presentarse síntomas severos y pueden desaparecer sin tratamiento.
El médico auscultará el tórax con un estetoscopio. Se pueden escuchar sonidos crujientes, llamados estertores, los cuales sugieren la presencia de inflamación del tejido pulmonar.
Un conteo sanguíneo completo (CSC) muestra incremento de los glóbulos blancos, particularmente de eosinófilos.
La radiografía de tórax, por lo general, revela sombras anormales, llamadas infiltrados, que pueden desaparecer con el tiempo o reaparecer en diferentes áreas del pulmón.
Una broncoscopia con lavado puede revelar un gran número de eosinófilos.
El lavado gástrico puede mostrar señales de la lombriz áscaris u otro parásito.
Si usted es alérgico a un fármaco, el médico puede ordenar suspenderlo. (Nunca deje de tomar un medicamento sin consultar primero con el médico).
Si la afección se debe a una infección, lo pueden tratar con un antibiótico o medicamentos antiparasitarios.
Algunas veces, usted puede necesitar corticosteroides (medicamentos antinflamatorios potentes).
La enfermedad con frecuencia desaparece sin tratamiento, pero si éste se necesita, la respuesta generalmente es buena. Sin embargo, se pueden presentar recaídas (la enfermedad reaparece).
Una complicación poco común de la eosinofilia pulmonar simple es un tipo grave de neumonía, llamada neumonía eosinofílica idiopática aguda.
Consulte con el médico si tiene síntomas que pueden estar asociados con este trastorno.